A veces somos reacios a admitirlo o no nos damos cuenta y no somos conscientes, pero de alguna manera todos seguimos las tendencias o nos vemos influenciados por ellas. En este sentido, elegir el color de pelo no es inmune, pero se tiene que tener en cuenta muchos factores, comenzando por el color natural de la piel, de la voluntad personal de transformarla y de las ganas de un gran cambio. Porqué no podemos engañarnos a nosotros mismos, no todos los colores quedan bien a todos.
Los estilistas señalan que cuando se elige el color del tinte se debe tener en cuenta el tono de la piel. Si usted tiene una tonalidad fría también el color del tinte debe ser tal y viceversa, en el caso de tonos cálidos debe coincidir con un tono cálido. Sin embargo, entran en juego, otros factores, como el color de los ojos y la intensidad del color que le gustaría tener (de cuantos tonos desea cambiar), sobre la base del color natural del que partimos.
Quién pertenece a la categoría de cabellos naturales de tonalidades cálidas puede variar desde el chocolate hasta el rojo con acentos dorados o cobre pasando por tonalidades claras con variantes de amarillo. Los cabellos naturales que forman parte de la categoría de tonos fríos pueden variar desde el negro al café hasta los castaños medios, del cenizo al platinado. Por último, los cabellos que pertenecen a la categoría de los tonos neutros pueden optar con excelentes resultados por los castaños caramelo y rubios dorados.
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